viernes, 2 de marzo de 2012

ALGUNA VEZ VIERON "KARATE KID"?



Tomás me dice: “Ayer soñé con vos, algo rarísimo. Estábamos en tu auto, que era una onda futurista que se manejaba solo, entrábamos al shopping por una puerta que no era, y pasaba algo, se desactivaba el piloto automático y vos me decías que lo manejara yo, porque vos todavía no sabías. Pero yo me reía y trataba de explicarte lo extraño que sonaba eso, porque era tu auto.


Cuestión que ahí no pudimos estacionar y decidimos que lo mejor era irnos, pero cuando quisimos salir, el auto no pasaba por ninguna puerta porque era muy grande.

Ahí yo me bajé, incrédulo de lo q estaba pasando, y me acerqué a las puertas para revisar si se habían cerrado. Noté que no se habían movido pero que estaban mas angostas. En ese momento me di vuelta para mirarte y vos estabas arriba de una moto, y el auto no estaba por ningún lado. Vos me mirabas, incrédula, y me decías que tenía que dejar de ver cosas donde no estaban, que eso siempre había sido una moto, que yo la había manejado todo el tiempo y que la sacara de una vez.


Ahí me desperté.”


A lo que respondo: “Uff… que sueño brillante. Lo analizaste?” 


Tomás: “Si lo analice bastante y me dio bronca q hasta en los sueños tengas razón jajaja Es terrible, posta. Aparte hace mil años q no recordaba algo q había soñado y me desperté y me acordaba hasta los diálogos increíble”.


Yo: “Contáme que sentís que significa (quiero q lo escribas)…”


Tomás: “Que no complique mas las cosas, que no vea obstáculos donde no hay, que las cosas pueden ser mas sencillas que como yo las veo, que le pongo cualidades y complejidades a cosas que quizás no las tienen y que básicamente me ahogo con un vaso de agua, siempre con el mismo y hago que toda mi vida dependa de eso.

Que puedo ser más feliz si me relajo y dejo de luchar para que todo sea como yo quiero, en vez de aceptar que las cosas son como son y no van a cambiar por más de que me desespere.

Que hay personas como vos q me ayudan a sentirme liviano, como una moto, y no tan pesado como un auto futurista, que en definitiva no sirve para nada, porque por más que lo intente, no entra.”


Yo: “ay que lindo! Aprendiste las cosas que te dije todos estos años!”

Tomás:Oh my god. You did. You Miyagi-ed me."

QUIERO QUE MI MAMA PIERDA MI NUMERO DE TELEFONO

Un día con mi vieja...


Estaba desayunando en familia antes de ir a una entrevista de laburo que me ponía los nervios de punta. Era la última de muchas etapas que me habían hecho pasar. Ahí se definía todo.

Mi vieja, no demasiado perceptiva, me empieza a decir todo lo que tenía que hacer ese día; que tenía que limpiar mi cuarto, que tenía que sacar la ropa que ya no uso más de mi placard para que entren las cosas que me voy comprando, que no me podía olvidar de llamar a su amiga para terminar un escrito y presentarlo en un juzgado, que se me acababa el tiempo para pedir turno en el médico, que tenía que retirar unos análisis, que había visto un blazer de no se que color y... ahí la dejé de escuchar.

Yo no podía dejar de pensar en la entrevista y mi vieja seguía hablando.

Mi papá se da cuenta de que estaba empezando a desesperar y me trató de tranquilizar: "vos no te preocupes, no sobre analices ni te enrosques. Se vos misma que les vas a gustar."

Estoy en la entrevista y siento que mi celular empieza a vibrar... para, vibra de nuevo. Para, y empieza a vibrar otra vez.

Salgo y veo 3 llamadas perdidas de mi vieja. La llamo y antes de llegar a decir una palabra empieza: "Ay no sabés quien me acaba de llamar...".
Pero la interrumpo: "Ma, estaba en la entrevista, no me podes llamar mil veces! Esperá mi llamado. Me pusiste muy nerviosa."
"Ahhh, perdón, sólo te quería decir que te acuerdes de sacar la ropa del lavarropas y pasarla al secarropas apenas llegues a casa".

30 minutos después vuelve a sonar mi teléfono: "Ayyyyyyyyyyyyyyy cómo te fue en la entrevista? Contáme todo!"

Le cuento brevemente porque una hora después no íbamos a encontrar para almorzar juntas.

Vuelvo a casa después de comer y me tiro a dormir una siesta. La cabeza me estaba a punto de explotar. Tenía que dejar el teléfono prendido porque en cualquier momento los del laburo podían llamar, o no volver a comunicarse nunca más. Doy vueltas en la cama y un tanto después logro dormirme. A la media hora suena mi teléfono, era mi vieja. No atiendo.

Pasan unos minutos y vuelve a sonar, era ella de nuevo. "M, por favor, podrías ir al super vos que no llego?" Mamá, estoy durmiendo, después te llamo".

Media hora después vuelve a sonar el celular. Yo estaba casi a las puteadas y con ganas de asesinar a mi vieja. Pero esta vez eran ellos... clásico. Conseguí el trabajo.


A la noche comenté esta situación con mis hermanos y, entre risas se nos ocurrió una idea brillante: qué tal si le cambio mi número por el de un delivery... y cada vez que me quiere llamar, la atiende el chinito de Maure y Soldado?

Después les cuento qué pasó.