jueves, 30 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
TRUE STORY
Una de mis hornyamigas dice: “chicas, no saben lo que me pasó hoy… cuando estaba en la clase de cocina, y el profesor nos estaba enseñando a amasar, me re calenté. En un momento, cuando agarró el palo y empezó a modelar la masa yo me empecé a imaginar de todo! Me calenté en serio!!! No se si fue la forma en que agarraba el palo o que tocaba la masa, pero lo empecé a mirar de otra manera completamente diferente. No es porque esté caliente (aunque es verdad que estoy recaliente), pero creo que es muy sexy ver a un hombre amasar.”
- "Y a mi me calienta ver a un hombre manejar, pero solo en los autos con caja de cambio manual. Los automáticos me la bajan. Lo que me calienta es ver como mueve el brazo mientras pasa de cambios."
- "Bueno, si estamos confesando... yo me la paso mirando culos todo el día."
- "Y yo me la paso pensando en el esposo de Fergie en pelotas."
ALIENA VITIA IN OCULIS HABEMUS, A TERGO NOSTRA SUNT
Mi profesor de latín, citando a Seneca, una vez nos enseñó: "Aliena vitia in oculis habemus, a tergo nostra sunt", tenemos en frente de nuestros ojos los vicios de los demás, mientras que los nuestros están detrás.
Hoy, cuando mi mejor amigo me lloraba por otra relación que se rompió, podía ver objetivamente los errores que cometió. Podía marcarlos, argumentar cinco razones por las cuales se había equivocado, y hasta indicarle cuál era el camino correcto para lograr su objetivo en cada una de las diferentes situaciones.
Desde afuera todo es más simple. Mientras él me hablaba yo le hacía de espejo, tratando de explicarle lo que podía deducir y entender entre líneas. Él me escuchaba, frenaba por unos segundos y en seguida podía identificarse con lo que le estaba diciendo. "Si. Eso es exactamente lo que me pasa, pero en el momento no lo podía terminar de entender, no lo veía así, y ella seguramente tampoco". Claro que no, en general nadie puede. De cerca todo se ve borroso.
La vida sería más fácil si pudiéramos ver nuestros problemas con los ojos de un mero espectador, desligándonos de la subjetividad que nos traba y viendo un poco más allá de nuestros sentimientos. De ser así no existirían las equivocaciones, pero con ellas se extinguirían los aprendizajes, las reconciliaciones y las experiencias. Se fundirían todos los psicólogos, los puestitos de flores y las chocolaterías. Nadie pediría perdón, no existiría el arrepentimiento y los amigos perderían la razón de ser.
Los seres humanos funcionábamos de esa manera en la época de Seneca, y parece que los años no lograron erradicar esas conductas, porque se mantienen completamente intactas a lo largo de nuestras vidas. Los vicios de los demás nos resultan evidentes, pero, para identificar los propios, necesitamos la infaltable mano amiga, un consejo y algún que otro empujón.
Basta de peros, de mañas, de nuncas, de nadas,
de ser impuntual con las historias sencillas
y con los abrazos que siempre estarán
Cuando me encuentran mis vergüenzas in-fraganti,
cuando me encierro con mis miedos bajo llave…
Me tengo cansado,
Analfabeto del cuello para abajo
Impostor en problemas patinando en el barro
Me tengo cansado, me tengo cansado
Preferiría algunas noches que me miro a la cara
dormir en camas separadas de mi
Basta de charlas berretas en mesas absurdas con que se yo quién
Basta de mariconearse por lo que no llega, por lo que se fué
Leyéndole la mano a la Venus de Milo estoy,
haciéndole preguntas cursis al destino
Me tengo cansado,
Con mis principios más bien acabados,
Sandokán en pijama con el barco prestado…
Me tengo cansado,
Algunas noches que no entiendo más nada
yo me mando a mudar en el furgón de mi alma.
de ser impuntual con las historias sencillas
y con los abrazos que siempre estarán
Cuando me encuentran mis vergüenzas in-fraganti,
cuando me encierro con mis miedos bajo llave…
Me tengo cansado,
Analfabeto del cuello para abajo
Impostor en problemas patinando en el barro
Me tengo cansado, me tengo cansado
Preferiría algunas noches que me miro a la cara
dormir en camas separadas de mi
Basta de charlas berretas en mesas absurdas con que se yo quién
Basta de mariconearse por lo que no llega, por lo que se fué
Leyéndole la mano a la Venus de Milo estoy,
haciéndole preguntas cursis al destino
Me tengo cansado,
Con mis principios más bien acabados,
Sandokán en pijama con el barco prestado…
Me tengo cansado,
Algunas noches que no entiendo más nada
yo me mando a mudar en el furgón de mi alma.
viernes, 24 de junio de 2011
PREGUNTAS EXISTENCIALES
Mi mejor amigo me pregunta: cómo hago para saber si la mina que me está diciendo que conmigo tuvo el mejor sexo de su vida me está endulzando el oído, o me está diciendo la verdad?
Eso es re papa! Las mujeres no nos olvidamos fácilmente de nuestro 10 en la cama. Si, en cambio, fuiste olvidable y nada difícil de dejar, quiere decir que no causaste mucha impresión ni la dejaste marcada. Las mujeres siempre volemos a nuestro 10. Con mensajitos, con excusas, con preguntas colgadas o encuentros casualmente arreglados, terminamos ingeniándonos para acercarnos.
Eso es re papa! Las mujeres no nos olvidamos fácilmente de nuestro 10 en la cama. Si, en cambio, fuiste olvidable y nada difícil de dejar, quiere decir que no causaste mucha impresión ni la dejaste marcada. Las mujeres siempre volemos a nuestro 10. Con mensajitos, con excusas, con preguntas colgadas o encuentros casualmente arreglados, terminamos ingeniándonos para acercarnos.
jueves, 23 de junio de 2011
ESOS LOCOS BAJITOS
En mi familia ya es costumbre amanecer con los cumpleañeros. Nos levantamos temprano y, antes de ir a trabajar, tratamos de desayunar todos juntos. Una linda forma de empezar el día con besos, regalos y abrazos de nuestra pequeña multitud.
Esta vez le tocó a mis sobrinos, los mellis. Apenas se despiertan van corriendo a buscarse:
Martu: feliz cumple Lolo.
Lolo: feliz cumple Maltu.
Y se abrazan fuerte.
Lolo nos mira y dice a los gritos con una sonrisa gigante pintada en su cara: Hoy es nuestlo cumple! Cumplimos los dos... CUATLO!
Esta vez le tocó a mis sobrinos, los mellis. Apenas se despiertan van corriendo a buscarse:
Martu: feliz cumple Lolo.
Lolo: feliz cumple Maltu.
Y se abrazan fuerte.
Lolo nos mira y dice a los gritos con una sonrisa gigante pintada en su cara: Hoy es nuestlo cumple! Cumplimos los dos... CUATLO!
sábado, 18 de junio de 2011
- No pienses en lo que quedó atrás,- le advirtió el Alquimista cuando comenzaron a cabalgar por las arenas del desierto-. Todo está escrito en el Alma del Mundo, y allí permanecerá para siempre.
- Los hombres sueñan más con el regreso que con la partida- dijo el muchacho, que ya se estaba volviendo a acostumbrar al silencio del desierto.
- Si lo que tú has encontrado está formado por materia pura, jamás se pudrirá. Y tú podrás volver algún día. Si fue solo un momento de luz, como la explosión de una estrella, entonces no encontrarás nada cuando regreses. Pero habrás visto una explosión de luz. Y esto solo ya habrá valido la pena.
- Los hombres sueñan más con el regreso que con la partida- dijo el muchacho, que ya se estaba volviendo a acostumbrar al silencio del desierto.
- Si lo que tú has encontrado está formado por materia pura, jamás se pudrirá. Y tú podrás volver algún día. Si fue solo un momento de luz, como la explosión de una estrella, entonces no encontrarás nada cuando regreses. Pero habrás visto una explosión de luz. Y esto solo ya habrá valido la pena.
jueves, 16 de junio de 2011
5 COSAS QUE ME GUSTAN DE VOS
Con una de mis amiga decidimos que, para salir por segunda vez con un hombre, tienen que haber al menos cinco cosas que nos gusten de él.
Por ejemplo
Un amigo me presenta a su amigo alegando que éramos el uno para el otro. Para engancharnos, me invitan a pasar una tarde entre amigos en su barco. Yo estaba en una etapa divertida de "porqueno" y bueno... terminamos chapando en la moto de agua. En ese momento me invita a salir.
Tuve que poner en práctica lo que hablamos con mi amiga y pensé:
1) Usa mi perfume de hombre preferido (ese perfume me puede, me calienta y hace que no puedo responder por mis actos).
2) En el auto yo saco tic tacs para ofrecer, y el me cuenta que es completamete adicto (tenemos algo en común).
3) El beso que nos dimos fue exactamente como me gusta, o hasta un poco mejor (tenemos piel, eso quiere decir que el sexo probablemente va a ser bueno).
4) Se animó a invitarme a salir en el mismo momento que nos dimos nuestro primer beso (me encanta que sea espontáneo).
5) Me obligó a manejar la moto de agua (tengo daddy issues, que me obliguen... me calienta).
Ya está, definitivamente puedo volver a salir con él.
Por ejemplo
Un amigo me presenta a su amigo alegando que éramos el uno para el otro. Para engancharnos, me invitan a pasar una tarde entre amigos en su barco. Yo estaba en una etapa divertida de "porqueno" y bueno... terminamos chapando en la moto de agua. En ese momento me invita a salir.
Tuve que poner en práctica lo que hablamos con mi amiga y pensé:
1) Usa mi perfume de hombre preferido (ese perfume me puede, me calienta y hace que no puedo responder por mis actos).
2) En el auto yo saco tic tacs para ofrecer, y el me cuenta que es completamete adicto (tenemos algo en común).
3) El beso que nos dimos fue exactamente como me gusta, o hasta un poco mejor (tenemos piel, eso quiere decir que el sexo probablemente va a ser bueno).
4) Se animó a invitarme a salir en el mismo momento que nos dimos nuestro primer beso (me encanta que sea espontáneo).
5) Me obligó a manejar la moto de agua (tengo daddy issues, que me obliguen... me calienta).
Ya está, definitivamente puedo volver a salir con él.
miércoles, 15 de junio de 2011
OLD SCHOOL
Mi abuela pregunta: cómo es que le dicen ahora a las mujeres egoístas, esas que no quieren cocinar y no están nunca en pareja?
Nosotros: no se abu... ni idea!
La vieja responde: ahh, ya se... independientes! no? las independientes son las nuevas egoístas.
Nosotros: no se abu... ni idea!
La vieja responde: ahh, ya se... independientes! no? las independientes son las nuevas egoístas.
lunes, 13 de junio de 2011
ALWAYS ONE FOOT ON THE GROUND
Cómo fue que nos volvimos tan duras? Le pregunté.
Ella, después de un suspiro me dijo: “Cuando, año tras año, no tuvimos a nadie que nos ayude a cambiar la lamparita, alguien que nos regale un chocolate cuando estamos de mal humor, que nos desee suerte antes de los exámenes, que nos acompañe al médico cuando nos sentimos mal o que, simplemente, nos abrace cuando estamos angustiadas. Y ni hablar del hecho de que tuvimos que soportar hospitales, sustos, velorios y entierros, completamente solas, sin que nadie nos de una mano. Cómo no volvernos duras después de todo eso?”
Me encuentro, una vez más, sintiendo esa sensación de fastidio inmanejable. Tengo en frente a un hombre que le encanto, que me elige y que quiere mucho más de mí pero yo, a la primera de cambio, me cierro por completo y me voy.
Me subo al ascensor y empiezo a hablar sola: “Cómo puede ser que me pase siempre lo mismo? Que me encuentre otra vez en este lugar, sintiéndome exactamente de la misma manera? Pasan los años, los hombres y las relaciones y nadie puede superar ese estado de fastidio que me generan una vez que se abren y descubro algo que no me gusta de ellos. Porqué no puedo darme cuenta a tiempo y manejar lo que siento?
Llega un momento en el que me quiero ir, que no puedo estar ni un segundo más con él porque me empieza a molestar absolutamente todo lo que dice o hace. Paso del fastidio al enojo, y del enojo al rechazo. Empiezo a sentir que estoy completamente loca, y que no tengo arreglo. Me acuesto en la cama y de nuevo, no siento nada.
Y yo no quiero ser así. Yo me quiero enamorar, como se enamoran las mujeres normales. Yo quiero amar, y que sea bien fuerte. Que pueda perdonar lo que no me gusta y lo que me hace enojar. Que nos lloremos y nos reconciliemos. Que me agarre bien fuerte, que mande en la cama y así tener sexo del bueno. Que me deje tener miedo y sentirme vulnerable, y que no me obligue a ser siempre la más fuerte. Quiero que me tenga paciencia y que encuentre la forma de que no me vaya. Quiero que me mime y tener ganas de mimarlo. Quiero elegirlo y que me elija. Quiero querer quedarme y que, cuando eso pase, él también se quiera quedar.
domingo, 12 de junio de 2011
SEX TIME
Una de mis amigas, que está en un periodo de abstinencia sexual muy importante, dice:
-"Chicas, estoy re caliente. No se dan una idea las ganas que tengo de garchar. No puedo parar de pensar en eso."
Yo la miro, me acerco y, con cara de "me das pena", la abrazo. Ella sin pensarlo responde: "Qué me abrazas?... a vos no te puedo garchar, así que tu abrazo no me sirve."
-"Chicas, estoy re caliente. No se dan una idea las ganas que tengo de garchar. No puedo parar de pensar en eso."
Yo la miro, me acerco y, con cara de "me das pena", la abrazo. Ella sin pensarlo responde: "Qué me abrazas?... a vos no te puedo garchar, así que tu abrazo no me sirve."
viernes, 10 de junio de 2011
SEX TIME
Estaba cenando con un pseudo chongo y me llega un mail de una de mis amigas, que contaba su historia de jueves por la noche.
La suertuda había tenido cuatro great fucking moments con su chongo del momento en una noche. Cosas que pasan... se ve que solo para algunos.
Mi pseudo chongo lo lee por arriba y se impacta. "CUATRO VECES??? ESO ES IMPOSIBLE!!! NINGUN FLACO PUEDE HACERLO CUATRO VECES!!!"
Comete el error de preguntarme: "tengo razón, no? es mentira que lo hicieron cuatro veces! alguna vez te paso?"
Yo tenia dos opciones: decirle la verdad, que tuve épocas de suerte y muy buen sexo, que lo hice cuatro veces en una noche, y alguna que otra mas, o hacerlo sentir menos mal y mentirle.
Conociendo a los hombres no tuve opción. Le dije que, mi amiga, seguramente estaba exagerando.
La suertuda había tenido cuatro great fucking moments con su chongo del momento en una noche. Cosas que pasan... se ve que solo para algunos.
Mi pseudo chongo lo lee por arriba y se impacta. "CUATRO VECES??? ESO ES IMPOSIBLE!!! NINGUN FLACO PUEDE HACERLO CUATRO VECES!!!"
Comete el error de preguntarme: "tengo razón, no? es mentira que lo hicieron cuatro veces! alguna vez te paso?"
Yo tenia dos opciones: decirle la verdad, que tuve épocas de suerte y muy buen sexo, que lo hice cuatro veces en una noche, y alguna que otra mas, o hacerlo sentir menos mal y mentirle.
Conociendo a los hombres no tuve opción. Le dije que, mi amiga, seguramente estaba exagerando.
jueves, 9 de junio de 2011
FREE BIRD
Me empiezo a dar cuenta de que tengo problemas cuando me llama por teléfono y después de hablar siete minutos empiezo a decir: "bueeeeno..." como queriendo cortar.
Me empiezo a preocupar cuando tengo un hombre increíblemente genial en frente mío, que me quiere y proyecta conmigo y me dice: "no te asustes! no quiero que te escapes! vamos mas lento si querés."
Empiezo a dudar de mi capacidad para estar en una relación cuando, a pesar de pasarla demasiado bien cuando estamos juntos, ansío el momento de estar tirada en mi cama, sola, mirando tele o leyendo un libro.
Me empiezo a asustar cuando me invita a la cena de cumpleaños de uno de sus amigos y me quiere presentar en la casa y yo siento un impulso imperante de salir corriendo.
Mi mama, que empieza a notar mi actitud escurridiza, me dice: “Ayyyy M, cuando te vas a dar cuenta de que para estar en una relación te tenés que entregar. No podes vivir pidiendo espacios y tomando distancia. Así no funciona. Cuando te corte y vengas llorando acordate de esto que haces.”
Es así? Tengo que acceder a tener una relación absorbente o si no, me voy a quedar sola para toda la vida? Si me enamoro, tengo que renunciar a mis tiempos y espacios? Eventualmente me voy a acostumbrar a compartir mi tiempo con otra persona, o soy una solitaria por naturaleza que voy a envejecer llena de gatos y libros?
Me cuesta horrores estar con alguien, porque es cómodo estar solo. No es que me guste, pero con el tiempo me acostumbre. Por eso me pregunto si esta barrera que construyo cada vez que alguien se quiere acercar, esa distancia que no puedo evitar tomar, es producto del miedo que siento. Miedo a dejar entrar a alguien, construir una vida alrededor de la otra persona y que después, de un día para otro, se vaya.
miércoles, 1 de junio de 2011
DARK AND TWISTED
Estábamos almorzando con un amigo y me cuenta que, después de salir ocho meses con su chica ella le dijo que era momento de tomar una decisión. Había llegado la hora del ultimátum. Dar un paso más y se ponerse de novios, o bien, terminar la relación.
Él no lo dudó. Estaba listo para dar el siguiente paso.
De eso se trata la vida, no? Químicamente estamos preparados para ir superando etapas. Tanto en el amor, en la familia, como en las amistades o en cualquier tipo de relación, llega un momento en el que necesitamos un cambio.
Después de pasar una determinada cantidad de tiempo haciendo algo, tenemos una necesidad imperante de avanzar, y pasar a la siguiente etapa. Eso es perfectamente normal, por eso, en ese momento, el ultimátum me pareció coherente y hasta esperable.
Una vez que mi amigo le dijo que si, que tenía ganas de ponerle nombre a la relación, que el no estaba con nadie más y que la quería más de lo que había planeado, ella empezó a responder con evasivas.
Que sentía que lo estaba presionando, que no quería que el quisiera estar de novio solo porque ella lo había propuesto, que necesitaba un tiempo para pensar y que estaba confundida.
Cuando mi amigo me cuenta esa conversación, no puede evitar preguntarle con la mejor cara que pude poner en el momento: “che… no habrá otro?”
El me lo negó, como si lo que pensara fuera una verdad incuestionable e indiscutible. Según él, eso era imposible. No había otro, simplemente ella necesitaba tiempo.
Como lo noté tan seguro, no dije nada.
Las semanas empezaron a pasar lentas para mi amigo. Ella estaba cada vez más alejada y el no podía llegar a comprender qué estaba pasando, qué había cambiado. La angustia no tardó en aparecer, y vino seguida por la desesperación de sentir que, de un momento a otro, pasó a estar solo, extrañando y sin saber qué hacer.
No habían cortado, pero ella aparecía cuando quería. Siempre estaba ocupada, estudiando, trabajando y excusándose por los desencuentros.
Yo volví a preguntar: “che… en serio estás seguro que no hay otro?” “Segurísimo!”, respondió.
Un mes y medio después, cuatro salidas, dos relaciones medianamente aceptables entre copas y varios intentos de mi amigo para recuperarla, ella le dijo de juntarse para hablar.
Mi amigo me llama en el medio de la salida, mientras ella estaba en el baño. No podía hablar, es como si hubiera perdido los reflejos. No lloraba pero al mismo tiempo no podía creer lo que había escuchado.
“Todo este tiempo estuvo saliendo con Martín”,
“Con Martín, Martín? Tu Martín?”
“Si, se acostó con los dos todo este tiempo”.
Como detesto estar en lo cierto. Como me hubiese gustado equivocarme esta vez y que no me dieran la razón. Me hubiese encantado que me probara que estoy equivocada y que no tengo que ser tan desconfiada.
Él no lo dudó. Estaba listo para dar el siguiente paso.
De eso se trata la vida, no? Químicamente estamos preparados para ir superando etapas. Tanto en el amor, en la familia, como en las amistades o en cualquier tipo de relación, llega un momento en el que necesitamos un cambio.
Después de pasar una determinada cantidad de tiempo haciendo algo, tenemos una necesidad imperante de avanzar, y pasar a la siguiente etapa. Eso es perfectamente normal, por eso, en ese momento, el ultimátum me pareció coherente y hasta esperable.
Una vez que mi amigo le dijo que si, que tenía ganas de ponerle nombre a la relación, que el no estaba con nadie más y que la quería más de lo que había planeado, ella empezó a responder con evasivas.
Que sentía que lo estaba presionando, que no quería que el quisiera estar de novio solo porque ella lo había propuesto, que necesitaba un tiempo para pensar y que estaba confundida.
Cuando mi amigo me cuenta esa conversación, no puede evitar preguntarle con la mejor cara que pude poner en el momento: “che… no habrá otro?”
El me lo negó, como si lo que pensara fuera una verdad incuestionable e indiscutible. Según él, eso era imposible. No había otro, simplemente ella necesitaba tiempo.
Como lo noté tan seguro, no dije nada.
Las semanas empezaron a pasar lentas para mi amigo. Ella estaba cada vez más alejada y el no podía llegar a comprender qué estaba pasando, qué había cambiado. La angustia no tardó en aparecer, y vino seguida por la desesperación de sentir que, de un momento a otro, pasó a estar solo, extrañando y sin saber qué hacer.
No habían cortado, pero ella aparecía cuando quería. Siempre estaba ocupada, estudiando, trabajando y excusándose por los desencuentros.
Yo volví a preguntar: “che… en serio estás seguro que no hay otro?” “Segurísimo!”, respondió.
Un mes y medio después, cuatro salidas, dos relaciones medianamente aceptables entre copas y varios intentos de mi amigo para recuperarla, ella le dijo de juntarse para hablar.
Mi amigo me llama en el medio de la salida, mientras ella estaba en el baño. No podía hablar, es como si hubiera perdido los reflejos. No lloraba pero al mismo tiempo no podía creer lo que había escuchado.
“Todo este tiempo estuvo saliendo con Martín”,
“Con Martín, Martín? Tu Martín?”
“Si, se acostó con los dos todo este tiempo”.
Como detesto estar en lo cierto. Como me hubiese gustado equivocarme esta vez y que no me dieran la razón. Me hubiese encantado que me probara que estoy equivocada y que no tengo que ser tan desconfiada.
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