M: Ay quiero llorar. Una mina le escribió en el wall en portugués y después le puso corazoncitos, y él likeó el comentario. Sé que soy medio pelotuda, porque es una tana (diosa) que vive en Brasil que conoció en el intercambio, y no me debería afectar en lo más mínimo, pero quiero llorar.
Olive: es una mina que ni vive en Buenos Aires. Olvidate. Quizás quedó enganchada y le pone eso, pero…a ver… es una tana que vive en Brasil.
M: pero quiero llorar.
Olive: seguís con Andrés?
M: si… es el último día.
Olive: estás hormonal, no maquines con esta mina, ni sabés quién es.
M: igual yo se que él es para chongo, no sé porqué me pongo mal. Lo supe desde el principio y no entiendo porqué ahora doy vueltas con el tema.
Olive: por ahora viene todo genial, aprovechá eso! Y como sos eh… ya estás esperando el problema.
M: es que soy compulsiva para estas cosas… infeliz ante la duda. Ya me estoy preparando para la desilusión. Desconfío hasta que me prueben lo contrario.
Olive: lo peor de todo es que no estás enganchada todavía.
M: ay… es verdad, tenés razón. Salí pocas veces y la pasé genial, me gusta, pero enganchada no estoy. Gracias por recordármelo.
Olive: es que las minas somos así, nos enganchamos por default. Recién empiezan, se están conociendo. Él le likeó los corazoncitos, pero el sábado a la noche se queda abrazado con vos. Y te quiero volver a recordar: no estás enganchada todavía como para ponerte mal!
M: ves porque te quiero, gracias totales. Necesitaba ese recordatorio.
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