LA VIDA SE DEBE REIR DE NOSOTROS

Y una vez más, los caminos de la vida y sus inexplicables vueltas, me sorprendieron de nuevo. De nada vale programar todo, planear hasta el último detalle: siempre van a pasar cosas que te saquen de tus estructuras y que te hagan replantear todo.
Como esas historias que creías cerradas, muertas y olvidadas, que vuelven de las formas más inesperadas a tu vida y te dejan con la boca abierta. Y es que amo las “casualidades”, y lo pongo entre comillas porque dudo que existan. Sería un azar a veces demasiado perfecto. No. No lo creo! Creo que hay algo que mezcla y decide cómo ir cruzando cada camino, que debe divertirse viendo nuestra determinación en ciertas cosas (“nunca más voy a ese lugar” y terminás volviendo mucho después o “no pienso darle bola nunca más en la vida”, y unos años más tarde te encontrás enamorada de nuevo de él). Reitero, creo que la vida se ríe de nosotros. Le divierte cruzarnos, asombrarnos, movernos el piso y hacernos hacer cosas que jamás pensamos que haríamos, o cosas que nunca pensamos que nos pasarían.
Todo vuelve, pero en su momento! Confiemos en que todo pasa por algo, maravillémonos con las casualidades y las cosas de la vida, y, principalmente, dejémonos llevar por ellas! Es que son tan lindas a veces :)