Si es en el medio, quizás te rebota y el resto de la salida es un garrón con mayúscula. A veces esperás tanto que llega el final de la cita y ya pasó el momento y alpiste perdiste.
Personalmente, y aunque sea un poco cliché, normalmente me gusta que se de en el final, en la puerta de casa (bien película yanqui), “La pasé muy bien” “Yo también”, pum, beso. Creo que, además, le saca al flaco la presión durante toda la salida porque sabe que recién se tiene que jugar al final, y, de última, si te rebotan te volvés a tu casa y chau.
Obviamente, no se puede generalizar en algo así. Varía en cada caso. A veces hay una química que es zarpada y se nota desde el principio y, si intentás reprimir eso al otro no le va a gustar. O puede ser que se de un momento muy perfecto y que no puedas dejarlo pasar.
A una amiga el chico se le tiró en la mitad, ella le devolvió el beso pero a los cinco minutos le dijo que se tenía que ir urgente, y desapareció. No me quiero imaginar cómo se debe haber sentido ese pobre muchacho.
Por eso YO, si fuera hombre, creo que sin dudas esperaría al final de la salida, salvo que se de uno de los casos que dije más arriba.
Como sea, muchachos, los admiro. Hay que tener coraje para tirarse a la pileta cuando no se sabe si está llena!
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