THAT’S JUST ME

En este momento me siento en la peli “Bajo el sol de Toscana”. A mi mamá se le dio por pintar y arreglar mi casa (quiero aclarar que estaba en perfecto estado, pero no le alcanza con estar construyendo una casa en la costa, necesita más, siempre necesita más caos).

Estoy tratando de estudiar, pero tengo dos pintores ya casi instalados en mi cocina, y hoy se suman al crew 3 jardineros y una paisajista que están viendo qué hacer con las dos plantas que tengo en el balcón. Solo a mi mamá se le ocurre tener plantas de cebolla sin pensar que pueden traer mal olor, así que llegó la hora de ponerle fin a esa situación.

Como en la peli, yo también tengo el corazón roto, una casa a medio hacer y un montón de gente que no conozco paseando por mi pasillo.

Escucho John Mayer e intento pensar que cuando terminen la refacción, voy a estar mejor, que de repente voy a poder estudiar y que todos mis problemas se van a solucionar mágicamente. Pero claro, eso solo pasa en las pelis. A mi me toca estar encerrada en mi cuarto, no poder ni siquiera ir al baño cuando quiero porque siempre hay alguien cerca, bancarme el hecho de que no me dejan estudiar y el calor insoportable de la ciudad.

Tengo que entender que al final de mi película, no va a haber galán, ni final feliz, y ni siquiera un conejito adorable esperándome en la puerta, sino que, en cambio, va a estar mi mamá hinchándome las pelotas para que le diga en dónde poner el teléfono, chimenea o colador en la casa que todavía no construyó. That’s just me.