ROLES

Hay amigos para todo. Amigos a los que llamás cuando querés ir al cine. Otros que llamás cuando querés salir a bailar, tomar algo en algún bar o para conocer gente nueva. Otros que te acompañan a caminar o para hacer algún deporte. Hay algunos con los que salís a cenar o almorzar. Otros para tomar el té. Amigos con los que hablás de sexo, de amor o de odio. Otros, en cambio, con los que hablás de trabajo o estudio. Están los que te hacen reír, o los que te escuchan cuando estás triste.

Cada uno de ellos representa algo diferente en tu vida. Algunos están todos los días, y otros cuando pueden.

Es casi imposible que una persona pueda ocupar todos esos roles. Pero algunos se ofenden por esto. No entienden que si queremos hablar de sexo, vamos a llamar a ese amigo/a con quien nos sentimos más cómodos para hacerlo, pero que cuando tengamos ganas de salir a cenar, seguramente el/ella va a ser la primera opción. No pueden entender que esta es una realidad, y que no está dada por la falta de cariño, sino porque todos somos diferentes, y esas diferencias nos enriquecen. Lo sienten como una ofensa, y reclaman el porqué, cuando en realidad no hay uno, sino que es una simple cuestión de piel. Todos somos especialmente buenos para algo en particular, pero nadie es bueno en todo en general.