Hoy me levanto renovada y con una felicidad particular. Es el primer día del resto de mi vida.
Antes del primer café, me doy cuenta de que me quedan dos últimas semanas de clases. Si, en dos semanas no curso nunca más. Se viene una etapa de cambios.
Eso me lleva a pensar tres cosas: mi rutina va a cambiar para siempre, me van a hacer mucha falta mis compañeros de clase y faltando una semana para mi fiesta de egresados, todavía no se qué ponerme.
Como todo cambio, genera inseguridades. Qué voy a hacer a las siete de la tarde cuando no curse más? Me voy a volver a acostumbrar a comer a las nueve como una persona normal? Y si me mando alguna cagada en el camino? Y si me equivoco? Y si no soy buena en lo que elegí?
Estoy entrando en una etapa de adrenalina pura porque tengo que enfrentarme con el cuco de mi carrera, las últimas materias, que son largas, tediosas y complicadas (aunque claro, tengo que aceptar que me encanta esa adrenalina). Hice mucho esfuerzo para llegar acá y me voy a tomar el tiempo para disfrutar cada paso. Voy a hacer listitas de cosas que me quedan pendientes antes de recibirme, y las voy a cumplir.
Estos últimos años pasé noches enteras sin dormir, rodeada de libros, resúmenes, fotocopias y mucho café. Dejé salidas y pospuse viajes. Relegué horas de ocio y sueño, pero hoy puedo decir que todo valió la pena.
Cuando en salita de tres las maestras nos preguntaban qué queríamos ser cuando fuéramos grandes, y todas respondían que querían ser princesas, cocineras, astronautas o maestras, yo sabía que quería ser abogada.
Hoy estoy a un paso de lograr mi objetivo y pienso disfrutar cada segundo de lo que me queda.
comparto!
ResponderEliminarYo siempre dije que queria ser abogada!
Me alegro por vos,que cumplas tu objetivo
y disfrute!
felicitacioneeees! que alegría por ti!
ResponderEliminarse viene la mejor etapa, enjoy!