El viernes experimenté algo diferente.
Hace un tiempo no tan largo lastimé mucho a una persona. Fue sin querer, claro. Él se enganchó y a mi no me gustaba tanto. Ese año fue particular para mi, y el estuvo conmigo en todo momento. Me ayudó, me acompañó a todos lados y me escuchó.
Yo lo quería. Pero no en la forma que el esperaba. Después de 7 meses, me pregunté, porqué no? El me quiere, es súper compañero y honesto. Que más da.
Y decidí darle una oportunidad a la relación. Era hora de probar como se sentía esta con el “chico bueno”, que estaba interesado en todo sentido y no dudaba en correr a un hospital para hacerme compañía cuando lo necesitaba.
Pero la verdad es que no estaba enamorada. Así que no tardé en sentirme molesta, agobiada e incomoda. Corté con todo y me fui de viaje. Para mi se había terminado el día en que le dije chau. Pero para él no. El me quería y hasta se pensaba enamorado.
Yo se que el estuvo mal durante mucho tiempo y nunca me atreví a pedirle perdón. Ni siquiera me animé a acercarme para saber como estaba. Después de todo lo que vivimos juntos, opté por desaparecer.
El viernes, con un par de copas de más, tomé fuerza, respiré hondo, me saqué la careta, y con mi mejor sonrisa me acerqué.
Le pedí perdón. Perdón por hacerlo sentir mal, por no atenderle el teléfono, por borrarme sin excusas, por no ayudarlo a entender lo que me pasaba ni haber sido honesta con el.
“yo también hice las cosas mal, y hoy las haría de otra manera”
“te odie durante mucho tiempo”
"yo no te recuerdo con cariño"
“me hiciste sentir miserable”
“hoy, habiendo crecido y vivido otras cosas, creo que vos y yo, nunca hubiéramos funcionado”
Dejé que me dijera todo lo que tenía guardado, y lo hizo. Yo con una sonrisa lo escuché, porque se que me lo merezco. Se sacó las ganas de decirme todo lo que sintió y pude ver en sus ojos que no podía creer lo que estaba pasando. Estaba sorprendido, contento y aliviado pero por otro lado pude ver cuanto lo lastimé. Sentí que, mientras hablaba, la bronca desaparecía y de apoco volvía a mirarme casi con respeto. Le expliqué que tardé tanto en hacer esto, porque recién ahora lo siento de verdad. En este tiempo viví otras cosas, y ahora lo puedo entender. Me enamoré y me choqué contra la pared. Me sentí miserable, no me atendieron el teléfono y termine sin entender qué fue lo que pasó.
“te lo merecías” me dijo. Y sonrió.
Supongo que si. Supongo que ahora, yo también haría las cosas de otra manera.
Me siento del otro lado en este post. Mi ex me dejó sin explicaciones y desapareció. Espero que un día haga como vos y me diga las cosas de frente. Me parece que nunca es demasiado tarde para pedir perdón. Besos y acá estoy!
ResponderEliminarnunca es tarde para pedir perdon
ResponderEliminarno se puede vivir del amor!
(8)
andres calamaro
ginger
levanto mi copa y te digo:
ResponderEliminarfelicitaciones!
creo que todos nos equivocamos, pero son pocos los que piden perdon.
brindo por eso. para que, tarde o temprano, esas palabras lleguen a destino!
te sigo.