miércoles, 25 de agosto de 2010

SORRY GIRLS...

Esta es la historia de una de mis amigas, que tuvo un big crush con nuestro amigo gay.

En los primeros años de facultad, solíamos salir de miércoles a sábado. Íbamos a bailar todos los fines de semana, una o dos veces, sin falta.

Era la época en que todos teníamos onda con todos. Eramos nuevos, y había un ambiente de fiesta bastante divertido.

Uno de los chicos, en una charla íntima me cuenta que era gay. Desde ahí nos hicimos muy amigos, y yo estaba al tanto de todas sus aventuras amorosas y de sus relaciones. Claro está que era uno de esos super secretos que nadie nadie se podía enterar. Él prefería mantenerlo en privado, y por supuesto lo respeté.

Mi mejor amiga, empieza a sentir que había onda con él. Cada vez que salíamos se sentía super atraída por este hombre educado, dulce, lindo, simpático, que sin falta nos abría la puerta de cada bar, para dejarnos pasar primero.

Pasaban las semanas, y mi amiga me seguía contando lo que le pasaba con él, que le tenía ganas y que sentía que había onda del otro lado también.

Créanme que intenté no decir nada, pero no podía dejar que ella siguiera sintiendo eso! No podía seguir escuchando sus historias y quedarme muda, sin decir nada. Mirá si se enamoraba?

Una tarde entre amigas lo hice. Se lo conté. Creo que ella tardó días en creerme. Empezó a analizar cada movimiento, cada historia y cada momento para saber si yo tenía razón, o si simplemente era otra de mis tantas bromas.

Si chicas, esta es una de las grandes pérdidas para el sexo femenino.

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