Llegué a una conclusión muy racional y lógica sobre el por qué de mi mala suerte en el amor:
todo se debe a ignorar las cadenas de mails que prometían 87 años de mala suerte a aquellos que osaran eliminarla sin reenviarla a todos sus contactos.
La cantidad de cadenas ignoradas, multiplicadas por la cantidad de años de mala suerte, equivale a mi vida amorosa el día de hoy.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario