YOU'VE GOT MAIL

Siempre tuve ganas de que vuelvan las cartas y recibir una. Me parece una costumbre genial que fue dejada de lado.

Me encantaría que me mandaran una postal con una imagen genial, pocas palabras pero que valga la pena leer. Un poema de Benedetti, una anécdota copada o algo que no se animen a decirme personalemente.

Ya nadie te escribe cosas lindas, nadie manda poemas o cartas de amor. La verdad es que, un mail, inbox, sms o whatever no lo podés guardar de recuerdo. El celular se pierde, y con el media vida. Los mails, por más que te gusten, nunca los terminas imprimiendo. En cambio las cartas las guardás. Te quedan, y por alguna razón las volvés a encontrar, cuando estás en otro momento de tu vida.

No hay nada más lindo que encontrar una varios años después, leerla y ver lo diferente que era todo en ese entonces. Por un segundo podés volver con tu mente al momento exacto en que la recibiste. Volvés a sentir lo que sentiste la primera vez que la leíste y con eso vuelven sentimientos, olores, sensaciones y risas...

Todos nos volvimos cínicos. No nos gusta esperar, ni soportamos que nuestro mensaje tarden dos semanas en llegar. Somos impacientes. A nadie le gusta recibir cartas de amor, y se nos caería la cara antes de mandar una. Suena cursi, ya lo se. Y a mi no me gusta lo cursi.

Pero me encantaría poder sentir esa sensación de sorpresa, cuando llegás a tu casa un día como todos, esperando saludar al portero como si nada, y de repente que se te acerque y te de algo. Una carta o una postal de alguien que ni te imaginabas. Un amigo que esté lejos, un familiar que no ves hace mucho tiempo o simplemente alguien que tiene algo para decirte.