HISTERIA DE VIDA # 1

Vuelvo con mi cabeza a ese momento en el que, frente a una determinada situación, tomé la peor decisión que podía tomar.
Hoy, un año más tarde, veo todo tan claro, que si pudiera volver el tiempo atrás me daría un buen golpecito en la frente para hacerme reaccionar de otra manera.
Nena, no seas tarada y decíle que si!


SITUACIÓN: estaba en Boston y un italiano divino, alto, dulce empieza a coquetear conmigo. No con todo el resto de rusas divinas. Conmigo. Días después me invita a salir.

Me lleva al mejor lugar de Boston. Una cena en el punto más alto de la ciudad. Tres platos, vino, postre, y un limoncello. Decide por mi a la hora de pedir (no es que soy machista, pero me cuesta muchísimo decidir que comer, y si deciden eso por mi me solucionan un problema muy muy muy grande).
Charlamos, nos reímos y me piropeó a la italiana. Me acompaña hasta la puerta del campus, y nos damos un beso.

Ese fin de semana yo viajaba a NYC con mis amiga, y el, como me iba a extrañar, me dijo que viajaba también. Me da un celular para poder ubicarme en caso de tener ganas de hablar conmigo.

Ya en NYC me llama y me dice: "Si tus amigas tienen ganas, podemos ir a dar un paseo en helicóptero por la ciudad, y después podemos ir a una fiesta privada en x lugar (super hiper copado y nunca hubiéremos podido entrar sin su contacto)." Way too much.

Yo freakeada por el sobre interés de su parte, me asusté y lo empecé a evitar. -"Que pesado por favor."

La semana siguiente me enfermo y me toca la puerta del cuarto. Llega con dos capuccinos y un pedazo de torta super rica. Charlamos un poco, pero yo ya estaba fastidiada. Necesitaba espacio. Sentía que estaba respirando mi aire. (Me explican que espacio necesitaba? un hombre divino estaba haciendo las cosas más dulces y a mi se me ocurre asustarme? fuck me, soy lo menos de lo menos).

Desde ahí empecé a evitarlo alevosamente. Se enojó, claramente. Pero siguió intentando acercarse un par de semanas más. Cuanto más intentaba más me alejaba. (Pendeja histérica)



Hoy es su cumpleaños, está más lindo que nunca, haciendo un master en Harvard y viviendo mi sueño. Y yo, poor little me, acá, sola.
No puedo entender que me pasó por la cabeza. Como si sobraran hombres como el, yo me di el gusto de rechazar a uno.