HAPPY ENDINGS

Acabo de ver “The break up”.

Si bien soy súper maricona y me encantan los finales felices, está bueno también entender que un final feliz no necesariamente supone que ellos terminen juntos, felices y comiendo perdices (ddd!).

A veces tenemos tan inculcadas ciertas ideas en la cabeza que nos es difícil desprendernos de ellas, aunque nos estén llevando a algo que nos hace mal. “Si tenés 30 y estás soltera, te vas a quedar para vestir santos.” “Si estás casada y tu marido te mete los cuernos, es mejor hacerse la tonta, porque hoy por hoy está difícil encontrar a alguien.” “Si estás de novia con un buen partido, pobre de vos si lo dejás”, te dirán tu abuela y tus tías, no importa que no estés enamorada de él.

Son clichés que nos condicionan y nos limitan y a veces pesan a la hora de tomar una decisión. Chicas: es totalmente factible encontrar el amor después de los 30, no hay que agarrar lo primero que venga con tal de no estar solas, ni tenemos que quedarnos en un noviazgo ni en un matrimonio que nos hace mal! Ya no es pecado tener un hijo solteras ni salir con más de uno a la vez.

Las cosas se flexibilizaron y está bueno que los finales felices reflejen eso: Jennifer Aniston y Vince Vaughn (en la peli) terminan separados. Un día se encuentran por la calle y se paran a charlar, a actualizarse sobre sus vidas. Se dan cuenta de lo mucho que se quieren. Y es que siempre se van a querer!  Es lo normal! Pero no por eso tienen que volver a una relación que los hacía infelices.

Es importante tener la habilidad de poner las cosas en perspectiva, de saber cuándo retirarse pero, por sobre todo, tener la voluntad para hacerlo!  

Es importante entender que los finales felices no son taxativos, que podemos escribir los nuestros o hacer felices a los propios.

Es que los finales alternativos, a veces son los mejores.