jueves, 7 de enero de 2010

BICHO RARO


"Yo suelo sentirme como un bicho raro, no soy capaz de pasar de una cosa a otra así, sin más. La mayoría de personas, cuando tienen una aventura o una relación larga y rompen, la olvidan. Pasan a otra cosa y olvidan como si nada hubiera pasado. Yo jamás he olvidado a alguien con quien he compartido algo, porque cada persona tiene sus cualidades propias. No se puede reemplazar a nadie, lo que se pierde se pierde. Cada vez que he acabado una relación me afecta muchísimo, jamás me recupero del todo. Por eso pongo mucho cuidado en las relaciones, porque me duelen demasiado. ¡Aunque sea un rollo de una noche! No suelo tenerlos porque echaría de menos las cualidades propias de esa persona."


Coincido un poco con lo que le dice Celine a Jessie en Before Sunrise, pero no del todo. También soy un bicho raro. Cada persona con la que estoy deja una marca en mí, una huella. En mayor o menor medida, pero con la mayoría me pasa que escucho o veo algo que me recuerda a ellos y sonrío. Quizás a veces me cuelgo pensando y ese mínimo recuerdo trae muchos otros más, o quizás sea un fugaz momento y siga con lo mío. Soy muy observadora, me llaman la atención los detalles de las personas. Algo tan sencillo como una mueca o la forma de caminar puede parecerme especial. Si luego lo veo en otra persona, no puedo evitar recordarlo.

Sin embargo, no me parece algo malo, ni triste. Me gusta recordar esas cualidades propias, a pesar de que esa relación haya terminado mal, o ni siquiera haya llegado a ser una relación. No creo en descartar a la gente o a los recuerdos como técnica para superarlos.

No creo en que un clavo saque a otro clavo, más bien me parece que muchos clavos pueden subsistir juntos, cada uno a su manera y ocupando lugares distintos. Algunos clavos podrán ser recuerdos felices, otros tristes, pero conservémoslos a todos, porque de alguna u otra forma influyeron en nosotros y contribuyeron a lo que somos hoy..

1 comentario:

  1. Seguro, que lo bueno es que subsistan. Pero creo que hay dos tipos de clavos igual. El que te afectó mucho y además no sirve de mucho (por cerrado, por idiota), seguro lo borrás. Pero hay otros... esos otros con los que alguna vez volvés en un pensamiento. Amé Before Sunrise, los diálogos son muy Kundera.

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