lunes, 15 de noviembre de 2010

TRUE STORY

Con mis amigas estábamos hablando de los hombres que comen poco y una de las chicas contó, bastante angustiada, que su novio (que es súper flaquito) no come nada. Parece que cada vez que salen a cenar ella se inhibe, se queda con hambre, y cuando llega a la casa tiene que cenar de nuevo.

Nos cuenta que una noche su chico nuevo le había regalado un chocolate, y después de cenar ella comete el error de invitarlo a subir a su casa. Charlaron un poco y al rato el novio se va.

Apenas cierra la puerta, mi amiga muerta de hambre corre directo hacia el chocolate y se lo come todo entero en una milésima de segundo, de un bocado y sin pensarlo.

Minutos después suena el timbre. Era el novio que se había olvidado la billetera.

Ella abre la puerta, nerviosa, intentando tragar lo que quedaba del chocolate para disimular la desesperación. Pero claramente no funcionó.

El masculino la mira, se da cuenta de lo que estaba pasando, se ríe y le pide un pedacito de chocolate. Ella pálida de la vergüenza confiesa y le dice que no quedaba más. Se lo había comido todo como buena gordita glotona que es. Tierra tragame, pensó.

Lo peor de todo es que si bien en esta historia mi amiga quedó como la golosa desesperada de hambre, ella no es la confundida. Los hombres tiene que, necesariamente y como requisito sine qua non, comer más que las mujeres para no hacernos sentir unas gordas desagradables. Así que por favor, si no es mucho pedir, que los hombres coman como hombres!

1 comentario:

  1. jajaja geniaaal!
    es verdad!
    es terrible cuando los hombres comen menos que las mujeres!

    simplemente NO DA!

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